KNOCK KNOCK KNOCK!!!

Adelante... pasa... como si estuvieras en tu casa...

29.6.07

¡Por fin es viernes!

Es viernes. Tengo sueño. Estoy cansada. Muy cansada. Pero que muy muy cansada. Me doy pena hasta a mí misma de lo cansada que estoy.

Me voy a comprar un regalo de cumple atrasado que debo desde mayo... al que me diga que tengo tiempo, me lo como! No tengo tiempo pa ná!

Tengo un fin de semana de lo más social: esta noche cena de cumpleaños, mañana cita musical y amistosa, domingo estreno de casa de unos amigos... me estreso de mi trabajo y ya me estoy estresando de mi tiempo libre...!! Pero ya dicen eso de 'sarna con gusto no pica'...

La importancia de este post es nula, pero bueno, otro día ya estaré más inspirada.

Se me perdona, ¿verdad?

27.6.07

@#%&¡¡¡¡¡ Stressssssss !!!!! @#%&

Hoy he visto que hay un test para determinar si estás bajo una situación de estrés o no.

Puedes hacer la prueba aquí mismo también. Se basa en unos parámetros similares a los Test de Rorchard.

Si eres una persona que no está viviendo una situación de estrés, deberías ver dos delfines surcando los mares.

Si no ves dos delfines, tu nivel de estrés se mide según la desviación delfín-animalqueveas, de modo que, cuanto menos se parece a un delfín, más jodidamente estresado estás.

En mi caso he llegado a una conclusión:

Necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones, necesito vacaciones…

… y las necesito YA!

21.6.07

Los 10 mandamientos del conductor católico

Yo no quería… lo juro… no quería… pero es que me obligan. No quería ponerme más borde. No quería seguir violentándome. No quería continuar en la tónica de los posts de mecagoentolosagrao… Pero es que no me dejan otra. A los seres que habitan el cielo, les gusto más cabreada que recogiendo flores silvestres en el campo entre pájaros cantarines y mariquitas que follan en Peugeots 307.

Seguro que en la Santa Sede, de tan buenos que son, saben que haciendo lo que hacen contribuyen a la fama (?) de mi blog, y como siempre miran por el prójimo (en este caso, prójima)…

No hay alternativa. Tengo que postear sobre ello, o me ahogaré en mi propia bilis (y creo que me queda mucha vida por vivir, y el día que muera, tengo que morir de una manera mucho más digna).

El Vaticano (que no tiene nada mejor que hacer a parte de fomentar las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, el no avance científico con el tema de las células madre, condenar la vida de una adolescente que se queda embarazada, aleccionarnos con el verdadero concepto de familia, ejercer la pedofilia impunemente, etc., etc., etc., y recoger el Domund) se dedica a dictar un Manual de Comportamiento para el Conductor Católico. Como los diez mandamientos de Moisés, pero en lugar de escritos en tablas, ahora dios (con la d minúscula expresamente) te los manda en formato pen-drive (que hasta dios se moderniza, joder!).

El formato en que se ha pensado me recuerda a un antivirus: hay el producto básico ProtecciónMandamientosConductorCatólico Versión 1.0 (de obligado cumplimiento), y después tienes las versiones mejoradas.

Si compras la versión 1.1, tienes más protección celestial, y si además añades el pack protección total (versión 2.0) ya subes de nivel y pasas a ser indestructible.

Debe ser igual de eficaz que encomendar la salud de tu pc a San Troyano, sin más instalación de software que rezar un padrenuestroqueestásenloscielos cada mañana antes de echar la primera meadita del día y darle al botoncito de la torre, la consola o el portátil.

Como rasgos básicos, antes de entrar en materia de mandamientos, hay que destacar el espíritu que envuelve este código conductivo-vehicular:

Se insta a conducir con prudencia, cortesía y caridad, y se recomienda rezar el rosario.

Vamos a ver…

Lo de la prudencia, ya lo sabemos todos –católicos o no-, y generalmente (fuera de los descerebrados) se suele conducir procurando no matarse en el intento. Los descerebrados que conducen queriéndose matar durante el trayecto, lo mejor es que lo consigan, y cuanto antes mejor, y a ser posible que sea mediante colisión contra una pared (de este modo se evita que se lleven a gente sin culpa por delante –sea gente católica o no lo sea-).
Soy una mala persona. No soy una buena oveja del rebaño del señor.
A los que conducen como maníacos, les deseo paredes del hormigón más duro que exista.

Lo de la cortesía, pues qué quieres que te diga… Yo suelo aplicarlo (soy así de buena, que no de católica, no confundir). Sin embargo, cuando dejo entrar a quien quiere meterse en mi carril, facilito la maniobra de incorporación a la autopista y me detengo en un paso de cebra, y en cambio yo –momento dado- me encuentro un camión parado, pido que me dejen salir y me mandan a la mierda chupándome tres semáforos en rojo, pues como que la cortesía la mando bastante a tomar por saco.
Soy una mala persona. No soy una buena oveja del rebaño del señor.
Enseño el dedo corazón por el retrovisor o hago un gesto lascivo para despistar y facilitar la colisión contra una pared (por aquello de los descerebrados…).

Lo de la caridad sólo se me ocurre que lo digan por aquello de comprarle un paquete de kleenex al tipo de turno que te lo ofrece en el semáforo, por aquello de dejarte enguarrar el parabrisas con aguas fecales y encima soltar la mosca, o por contribuir al Domund.
Pues no. No me da la gana.
Soy una mala persona. No soy una buena oveja del rebaño del señor.
Yo limpio el coche como me da la gana a mí y cuando me da la gana a mí. Los kleenex me los compro en el super. Le doy monedas a un tipo en concreto que vende pañuelos porque me da la gana dárselas, porque me cae bien y no me quedo los kleenex. Y paso olímpicamente del Domund.

Lo de rezar el rosario, es que ya es el acabose. Si rezas el rosario, seguro que dios baja y se convierte en tu copiloto: izquerda segunda frenada larga rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrras! Semáforo rojo peatona vieja bastón rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrras! Trata de arrancarlo Akroon!!!!!!!!!!!!
Soy una mala persona. No soy una buena oveja del rebaño del señor.
Yo prefiero darle caña al reproductor de música y canturrear canciones de SOAD, Rage Against The Machine y otros grupos que seguro catalogarían de ‘satánicos’.

Ahora viene cuando te voy a enseñar el decálogo de marras. Lo he leído, y la verdad, me he puesto a llorar… de la risa, claro.

1.- No matar.
¿Qué? ¿Qué? ¿Y perderme los puntos que me dan por los atropellos y que después puedo canjear por fantásticos regalos como un juego de herramientas para aeromodelismo o un set de manicura de la Stra.Pepis?
Me imagino que se trata de no matar conduciendo, pero no dicen nada de si puede usarse el coche como arma arrojadiza.
¿Engloba esto los coches bomba?
Debería bajar dios y aclararme un par de conceptos.

2.- Que la carretera sea para ti instrumento de comunión entre las personas y no de daño mortal.
¿Cómo? ¿Que en mitad de la carretera hay que ir dando la comunión a los católicos?
No, si ya me veo cogiéndome de la mano con los otros conductores y cantando ‘Hosana en el cieeeeeeeeeeeeeeeeloooooooo’.
Nonononononononononono.
Un instrumento de comunión entre las personas es la comunicación, unas cañas en un bar contando chistes, escuchar a un amigo que pasa por horas bajas…
Además, hay ciertas personas con las que no desearía jamás entrar en comunión (ni en un antro, ni en la carretera, ni nada parecido…).

3.- Que la cortesía, la corrección y la prudencia te ayuden a superar los imprevistos.
Lo que te ayuda a superar los imprevistos es tener las ruedas con una buena presión de aire, haber pasado la ITV, que funcione el ABS…
El resto de imprevistos, se solucionan con pasta (pasando del Domund totalmente…).

4.- Sé caritativo y ayuda al prójimo necesitado, especialmente si es víctima de un accidente.
Claro, si no me lo hubiera dicho el Vaticano, caso de encontrarme un accidente lo primero que hago es patear la cabeza del primer herido con que me tope hasta que se me gaste la punta de las botas, hacer trompos cerca de los coches accidentados para demostrarles cómo se conduce y sobretodo, grabarlo todo con la cámara del móvil y colgarlo en el YouTube.
Menos mal que está la iglesia para aleccionarme y llevarme por el buen camino.

5.- Que el automóvil no sea para ti expresión de poder, de dominio, y ocasión de pecado.
Vamos, que si puedes ir con un 600 sin dirección asistida ni aire acondicionado, para qué vas a ir con un Audi que tenga todas las comodidades.
Y oye, que la ocasión de pecado no la pone el automóvil, la pone la situación y la persona…
Además, es verdad, en el coche no se peca. En el coche solo se folla.

6.- Convence con caridad a los jóvenes, y a los que ya no lo son, para que no conduzcan cuando no están en condiciones.
Lo de convencerles para que no conduzcan mamados o drogados, vale. Lo de hacerlo con caridad, depende. Si se tercian un par de hostias, pues se dan (y no me refiero a esas redonditas y blancas).

7.- Apoya a las familias de las víctimas de accidentes.
Vale. Y que lo hagan también el Estado y las Compañías de Seguros, dando las compensaciones que merecen, y no las mierdas que dan.

8.- Reúne a la víctima y al automovilista agresor en un momento oportuno, para propiciar la experiencia liberadora del perdón.
Si les reúno, lo que voy a propiciar es que yo sienta la experiencia de la hondonada de hostias sobre mi persona, y oye, el instinto de conservación y supervivencia hacen que me lo piense dos veces.

9.- Protege al más débil.
Siempre y cuando el más débil no sea un cabronazo que se aproveche de la apariencia de debilidad.
¿O yo no doy penita nunca?

10.- Siéntete responsable hacia los demás.
Me siento responsable de mis actos, y apechugo con sus consecuencias, tanto si es cuando conduzco como si no.
No me voy a sentir responsable hacia el imbécil que me adelanta a 230 km/h y vuelve a mi carril rozándome los faros delanteros, chocando después contra la pared de hormigón que yo estaba deseando que encontrara.
No me da la gana.
Y ya que estamos en temas de coches, finalmente hay aquello de los ‘accesorios’.

Como accesorios, el Vaticano propone la invocación a San Cristóbal, al Arcángel Rafael, protector de los viajeros, y a la Virgen Santísima. Sin embargo, esto no debe cegarnos y evitar que antes de emprender nuestro viaje nos santigüemos adecuadamente haciendo la señal de la cruz (cruz que pondría yo al lado de unos cuantos nombres en mi lista, empezando por Ratzinger, siguiendo por Bush y otros que no son conocidos…).

El rosario sigue siendo optativo, y también contemplado como otro ‘extra’, ya que la Santa Sede opina que la cadencia que tiene y las respuestas de los acompañantes, impiden que el conductor se duerma.
Sigo sin ser una buena persona. Sigo siendo una mala oveja del rebaño del señor.
Si a mí me insinúan rezar el rosario mientras conduzco, apeo al que me lo diga, y no hace falta que haya una gasolinera cerca… le dejo en mitad de la nada. Sin más explicación. Sin mediar palabra.

Por otra parte, puede optarse por no rezar el rosario y en cambio contemplar las diversas manifestaciones de religiosidad que aparecen junto a la carretera (tales como iglesias, campanarios, capillas, cruces, estatuas, metas de peregrinaje).
Que digo yo, si estás tan atontolinao viendo las maravillas de las construcciones religiosas, lo más probable es que te metas una hostia del copón.
¿Y de quién habrá sido la culpa? ¿Eh? ¿Eh?
¡DEL VATICANO! Por andar jodiendo…

Dicho todo esto, solo me queda comunicaros que mientras escribía este post, la luz se ha ido tres veces (fugazmente, pero lo suficiente como para apagarme el ordenador y mandar a tomar por culo los trozos que no había salvado… he reescrito lo que he podido recordar… es talmente como la canción Tribute de Tenacious D).

Creo que dios está hasta los huevos de que sea mala persona, de que siga sin ser una buena oveja del rebaño del señor… y me castiga…

Y yo, como que me lo paso por el forro, vamos…

19.6.07

Devuélveme la pelota

Me mola más que a un tonto una tiza entrar en mi blog y ver la imagen del anterior post, pero claro, a lo mejor tú te hartas de verla (yo, no).

Estando inmersa en esas disquisiciones mentales, ayer estaba pensando: ‘Akroon, ¿qué vas a postear?’. Se me ocurrió hablar de los raros sueños que recuerdo al despertar, de los trabajos que he tenido… pero de pronto recordé: ‘¡Devuélveme la pelota!’… una anécdota de mi infancia.

No suelo pensar en el pasado y menos en mi infancia. Al menos no de una forma nostálgica, que a más de uno le llenaría la cara a hostias si me los encontrara ahora… pero bueno, al grano.

Debía yo rondar los 10 años más o menos (cuando antes se estudiaba aquello de la EGB). Akroon era una niña muy dulce a quien los mamoncetes de clase gustaba putear en ocasiones (que yo creo que en cada clase de cada colegio hay un par o tres de imbéciles que se dedican a amargarle la vida al personal). ¿Por qué? No sé, pregúntales a ellos.

Los juegos infantiles eran complicados: los niños o bien jugaban a fútbol o bien jugaban a la guerra. Las niñas solían jugar a gomas (esas cuerdecillas elásticas con las que te hacías un lío en las piernas al querer saltarlas).

No sé jugar a gomas (soy más de comba), con lo cual, no podía jugar con las niñas. Y las niñas eran muy ‘reconsagrás’ a veces…

No sé jugar a fútbol. Los días de fútbol, no podía jugar con los niños.

Pedí jugar a la guerra los días que tocaba guerra: me dijeron que no podía porque era niña. Aaaaaaaaaamos a ver: ¿acaso no sé disparar una pistola de índice y pulgar gritando PIÑAO PIÑAO???

Después de una acalorada discusión al respecto, me facilitaron un puesto de enfermera de los dos bandos, pasándome la hora de patio ejerciendo el CHIKI CHAK, CURADO (y cuando no me veían, disparaba algún que otro ¡PIÑAO!).

Entre piñaos y chiki-chaks fueron discurriendo los tiempos infantiles de hora de patio.

Un día, justo antes de la clase de gimnasia, estaba yo jugando con la pelota de básquet que me había prestado mi hermano. Era una hermosa y desgastada pelota de color ocre (nada de las naranjas que llevaba todo el mundo, ¡la mía era ocre!).

Uno de los niños, al que cariñosamente llamaré Orco (simplemente por coincidencia con la primera incinal de su nombre), en connivencia con al que afectuosamente llamaré Ramero (por las mismas razones que el anterior), me robó la pelota después de una canasta. En ese momento empezó eso que a día de hoy me saca tanto de mis casillas como entonces: lo del ni ni ni ni ni niiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (o en versión de mi tierra, elis elis eeeeeeeeeeeeeeelis), en que se pasan la pelota del uno al otro y yo doy saltos como una gilipollas intentando atraparla.

En un momento de despiste, logré acorralar a Orco en una esquina del patio.
Pese a que yo le sacaba cabeza y media, era una persona pacífica y no solía meterme en trifulcas. No obstante, esa situación estaba acabando con mi paciencia (que te avanzo, es mucha). Ramero desapareció no sé dónde, mientras Orco reía y sujetaba MI pelota debajo de SU camiseta.


Con voz calmada y serena le dije:

- Orco, devuélveme la pelota.

Orco seguía riendo e intentando buscar con la mirada a Ramero, supongo que para seguir el juego del ni ni ni ni ni ni.

Le miré y repetí:

- Orco, devuélveme la pelota.

Orco pasó de mí, mientras se zafaba de mis intentos por recuperar aquello que era mío.

Me acerqué y le dije al oído:

- Orco: voy a contar hasta tres. Si a la de tres no me has devuelto la pelota, te voy a meter una patada en los cojones.

Si esto lo hubiera dicho con voz de Vitto Corleone hubiera sido lo más, pero solo tenía voz de niña de 10 años.

Orco siguió riendo, ajeno a que mi amenaza era una amenaza real y plausible. Supongo que no me creía, porque no solía pasar del ‘ayyyyyyyyyyyyyyyy, jooooooooooooo, es míooooooooooooo!!’… pero claro, todos tenemos un límite.

Miré fijamente a Orco y le dije:

- Uno (caso omiso)

- Dos (caso omiso)

- ...

- ...

- ...

- Tres (caso omiso)

Llegado el momento, sabía que debía ejecutar mi amenaza o jamás me tomarían en serio.

Respiré hondo. Incliné un poco mi tronco hacia delante mientras levantaba la rodilla derecha hacia atrás y tomaba impulso. Miré a Orco. Seguía riendo, ajeno a lo que iba a suceder, mientras sujetaba MI pelota incansablemente debajo de SU camiseta.

En un gesto rápido, mi espalda se puso recta a la vez que mi rodilla derecha se dirigía implacable y veloz hacia la entrepierna de Orco, y con un golpe seco y contundente, perpetré mi venganza.

Orco se quedó blanco, sin respiración, mirándome con cara de asombro, incapaz de comprender por qué esta vez no era igual que las demás.

La pelota cayó (remarco CAYÓ, no ‘la soltó), mientras él hacía lo mismo sobre el suelo del patio.

Tomé mi recuperada pelota.

El profesor de gimnasia gritó ‘¡A LA FILAAAAAAAAAAAAAA!’. Y cuando gritaba a la fila, era a la fila. Orco no podía levantarse, estaba todo acurrucadito en el suelo… criatura…

Ante el temor a que me delatara ante el profe, decidí que tenía que redondear mi venganza asegurándome de que nada malo pudiera pasarme.

Me incliné hacia Orco y le dije:

- Y como digas algo, mañana te meto otra.

Orco llegó tarde a la fila.

El profesor le reprendió.

Orco dijo que había tropezado jugando a fútbol.

Mi pelota jamás volvió a manos ajenas sin mi consentimiento.

… A pesar de ello, soy muy buena persona, te lo aseguro…

15.6.07

Te odio

He visto esta imagen en el blog de Sota, y no he podido reprimir el robársela (con premeditación, alevosía, nocturnidad y escalo…). Y es que al verla, me quedé pilladísima… ja! No quiero hablar de los efectos que me produce. Diré simplemente que ilustra el post de hoy a la perfección (huelga decir que el post de Sota donde salía esta imagen tampoco era precisamente un campo de florcillas silvestres en primavera con los pajaritos trinando).

Te odio cuando me dejas atrapada con tu camión en doble fila, no puedo sacar el coche y solo lo mueves con cara de baboso depravado cuando finjo una sonrisita (e inclino ligeramente mi torso) con mensaje subliminal de uy-mis-tetas-y-yo-tenemos-que-salir-pero-ya.
En mi mundo ideal me acercaría a ti con cara de zorrón, pondría mi mano sobre tu paquete y apretaría hasta que se te salieran los ojos de las cuencas.

Te odio cuando pongo el intermitente para cambiar de carril, decides pasar con tu moto sin previo aviso a mitad de mi maniobra y eres tú el que se caga en mis muertos… TÚ! Debería ser yo quien se cagara en tus muelas.
En mi mundo ideal abriría la puerta súbitamente cuando estuvieras pasando por mi lado y después te pisaría la mano del embrague con zapatos de tacón de aguja y cara de ángel inocente y un ‘lo siento, no te vi’ en los labios.

Te odio cuando te cuelas en la cola del super, con tu olor a vieja, tu peinado de vieja, tus modales de vieja, tus zapatillas de vieja, tu dentadura postiza de vieja, tu hablar balbuceante y lleno de babas de vieja, y te abres camino entre codazos solo porque eres vieja.
En mi mundo ideal te colocaría sobre la cinta de arrastre de la caja registradora mostrando tu refajo al mundo y, tomándote por la cabeza, te pasaría el lector láser de códigos de barras por las cataratas.

Te odio cuando me llamas para increparme para que haga algo que deberías hacer tú, que deberías pensar tú, que deberías ejecutar tú, porque a ti te pagan para ello y a mí no, y no contento con eso, además me lo exiges. Y ni siquiera eres mi jefe, solo eres mi jodido cliente malpagador.
En mi mundo ideal me sobraría el dinero, por lo que optaría por presentarme en tu casa, atarte de pies y manos a una silla, dejarte en pelotas y hacerte tragar 7 billetes de 500 euros sin un solo vaso de agua y te metería alguno que otro por el ojete.

Te odio cuando empiezas a cruzar la calle cuando el semáforo de peatones parpadea en verde, apresurando tu paso el primer metro y pausándolo hasta el hastío a partir del segundo, mirándome desafiante, sabedor de que no puedo arrancar y sonriéndote por dentro.
En mi mundo ideal arranco con un acelerón de vértigo y te embisto sin mala conciencia alguna, y se iluminan en la esquina superior derecha del parabrisas la suma de los puntos que me dan, y obtengo bonus points al pasar por encima de tu cuerpo varias veces haciendo marcha adelante y marcha atrás oyéndote crujir, mientras suena a todo volumen Psycho de los SOAD por los altavoces del coche.

Te odio cuando entras en el ascensor conmigo, con tu pútrido olor a sudor bajobracero rancio, tus poros sebosos y tu aliento ajero, tus ruiditos de desequilibrado mental, tu desconocimiento acerca de la reacción química de mezclar jabón y agua y del placer que supone frotárselo por el cuerpo, no quedándome más remedio que soportarte hasta el 5º intentando no morir asfixiada entre arcadas.
En mi mundo ideal hay una compuerta en el suelo del ascensor cuya palanca de accionamiento solo conozco yo, y la abro, y caes pero te agarras con una mano al borde… y yo te miro a los ojos, te susurro ‘sshhhhhhh’ con una sonrisa de joker y una mirada que de hielo, y piso tus dedos como apagando una colilla hasta asegurarme que tu olor y tú acabáis en el fondo del hueco del elevador.

… Y tú, ¿me odias cuando…?

10.6.07

Vamos hombre, no me jodas...

Momentos en mi vida para usar esta bella frase:
(aseguraros de que no hay niños leyendo. Una de las frases puede ser contraproducente y traumatizante antes de tiempo. Quien avisa no es traidor).

Me dispongo a ir a comer a casa después de una mañana de perros que termina a las tantas. Dentro de una hora y cuarto tengo que estar currando de nuevo. La rueda trasera derecha del coche está pinchada. Tengo prisa. Hay 20 km. desde dónde estoy hasta dónde debo estar dentro de una hora y algo.
Vamos hombre, no me jodas!

Estoy haciendo la siesta en el sofá, con hilillo de baba incluído. Suena el teléfono. Son los del jodido ya.com o el puto ono o la mierda la telefónica para informarme de las ofertas.
Vamos hombre, no me jodas!

Voy por la calle y un chaval de unos 13 años me pregunta si tengo hora diciéndome ‘disculpe, ¿tiene hora?’… de usted!! A mi edad!!!!!! Asco de educación…
Vamos hombre, no me jodas!

Reservé la tardes del viernes con una antelación de unos 20 años (previsora yo) para quedar con una amiga que hace tiempo que no veo. Curro urgente de última hora.
Vamos hombre, no me jodas!

En mitad de la peli, en el momento más interesante, se casca el dvd.
Vamos hombre, no me jodas!

Descubro que los Reyes son los padres.
Vamos hombre, no me jodas!

Me he dormido y llego tarde porque he incluído la música que suena en el móvil como despertador en mis sueños. Ahora sueño con banda sonora y todo.
Vamos hombre, no me jodas!

En el cine, en mitad de Los Otros, se va la luz tres veces. Así, así… rompiendo la atmósfera…
Vamos hombre, no me jodas!

En un restaurante, tomo una aceituna del platito de cortesía que hay en la mesa. Tiene un sabor mentolado. Raro, raro, raro. Descubro al lado un chicle mascado. El chicle es reciente.
Vamos hombre, no me jodas!

Publico este post asqueroso, y no me comentas…
Vamos hombre, no me jodas!

6.6.07

8 cosas que me han dicho que diga...



David me ha pasado esta especie de no sé qué (porque no es exactamente un meme -¿qué es un meme?-, no es un pásalo o la palmas en un día, no es un acertijo…). Grata sorpresa. Agradecimiento gatuno por ello.

Al no tratarse de una cadena maléfica y no pesar sobre mí una maldición por la que se me caigan los dientes y me salgan en el codo (he dicho coDo) a la par de planear sobre mi cabeza la desgracia y la mala suerte eterna caso de no continuar, he decidido que acepto el ‘eso’ y lo hago.

Y yo me pregunto: ¿realmente a alguien le importa que yo (específicamente) nombre ocho cosas sobre mí?

Oigo millones de NOES y algún que otro SÍ temeroso.


Reglas del juego:
1. Cada jugador comienza con 8 cosas sobre sí mísmo.
2. Las que han sido seleccionadas tienen que escribir en su blog sus 8 cosas sobre ellas y escribir las reglas.
3. Al final de tu escrito tienes que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres/blog.
4.No te olvides de dejarles un comentario - que han sido seleccionadas para este juego - y leer su blog.


Dicho ello a modo de preludio...

... ¡Va por ustedes!

1- Me gusta el helado de avellana, el batido de avellana, las avellanas a secas, la Nocilla triple avellana…


2- No suelo negar nada en rotundo porque creo que cuando dices de este agua no beberé, la vida te la echa en la boca a hectolitros (por capullo/a).


3- Un día de estos quiero colgar un cover, y a ver qué pasa. Ya no tengo grupo, pero la mula es infinita para ponerle remedio.


4- Tengo un mundo interior muy intenso (soy piscis, ¡qué queréis!). Me puedo quedar con la mirada perdida en la nada, con cara de idiota y con un hilillo de baba colgando que se va depositando en mi suéter, pero mientras tanto mi mente está en plena ebullición (perdida en una canción, en un paisaje, en alguna historia, viajando aquí y allí…).


5- No me obceco con facilidad, pero cuando algo se me mete entre ceja y ceja, no paro hasta que lo consigo.


6- Tengo una tendencia natural al optimismo y al buen rollo. No me levanto casi nunca con mal pie. Yo no suelo amanecer de mala leche: a mí, en cualquier caso, me joden el día o a veces incluso hasta la existencia.


7- No soy demasiado influenciable y huyo de los extremos como un gato huye del agua, pero siempre estoy abierta a escuchar un punto de vista diferente al mío. Las relaciones humanas (sean del tipo que sean) son algo que me fascina.


8- Estoy en un momento musical jebi shungo de la muerte. Voy dando cabezazos en el coche mientras conduzco, y cantando a grito pelao. Y me da igual que me vean y piensen que estoy loca.

Nota: estoy pensando si lo paso o no lo paso. Y caso de pasarlo, a quién... Este post será debidamente actualizado al respecto. Gracias por su atención (empiezan los anuncios de teletienda).

ACTUALIZACIÓN 10.06.07: Me he estado debatiendo entre el pasarlo o no pasarlo, y me da demasiado miedo vuestra ira... Haré una pregunta al respecto en mi siguiente post...