KNOCK KNOCK KNOCK!!!

Adelante... pasa... como si estuvieras en tu casa...

10.8.07

Mar revuelto, nueva fauna marina

Hoy, contra todo pronóstico, he ido a la playa.

No me gusta la playa. Bueno, la playa en sí, sí me gusta. No me gustan los diez mil millones de personas que hay a tu lado, echándote el aliento en el cogote a la que te das la vuelta. No me gusta tener que luchar a muerte por un jodido sitio para colocar la toalla. No me gusta tumbarme como un lagarto a la parrilla para castigar mi blanca piel mientras sudo como una cerda por el calor. No me gusta tener que vigilar que no me roben la bolsa si voy a bañarme. No me gusta ir a bañarme y salir desorientada del agua buscando inútilmente mi sitio y desesperándome porque no veo un pijo (miope que es una).

No, no me gusta ir a la playa.

Me gusta ir a la playa en que haya solo cuatro gatos que están tranquilamente tumbados, o leyendo o cualquier otra cosa que no perturbe mi tranquilidad. Me gusta poder levantarme tranquila para nadar en el mar sin que tenga que temer por si me joden las llaves del coche, los 10 jeuros que llevo encima, la toalla y las bragas.

Me gusta la playa, me gusta el mar. No me gusta la marabunta humana de rebaños de ovejas idiotizados que juegan a palas en mi oreja echándome arena encima cada dos por tres.

Pues bien, como decía, hoy he ido a la playa. ¿Por qué? Pues por estética.

Después de los días que pasé cuidando la casa de mi amigo SAM, y ver que si tomas el sol con moderación (y más en mi caso que suelo tomar más la luna) cada día, adquieres un sano tono dorado (bueno, en mi caso no llega a dorado, pero yo me lo noto), he pensado: ‘si siguiera así, tomando algo el sol, podría llegar a descubrir nuevas tonalidades de mi piel…’. Y me he puesto a ello.

He llegado a una playa estupenda. Nada concurrida, no demasiado lejos, con viento para que no pases calor… Problema: la bandera amarilla. Y, ¿por qué había bandera amarilla?

¿Oleaje? NO.
¿Medusas? NO.
¿Mar de fondo? NO.
¿Mierda? SIP. Y cuando digo mierda, es MIERDA, en mayúsculas.

A parte de botellas de pvc varias, colillas, plásticos flotantes, hojas de árbol, etc., lo más mejor de todo, lo más maravilloso, lo que te puede llevar al clímax arcadil es… brrrrrrrrrrrr brrrrrrrrrr brrrrrrrrrrr (redoble de tambores):

UNA RATA MUERTAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Señoras y señores, paaaaaaasen y veaaaaaaaaaaaaaan, la increíble fauna marina mutanteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!!

Allí, en la orillita, mojadita ella, muertecita, asquerosita, algo hinchadita… una rata. Es lo más fashion que encontrarse en la playa.

¿Para qué encontrarte gaviotas que intentan comer peces?
¿Para qué encontrarte medusas que nadan tranquilas mientras esperan para picarte mientras suena la banda sonora de Tiburón?
¿Para qué encontrarte palomas que te miran con ojos de pena para que les eches un par de migas de pan?
¿Para qué encontrarte pececillos que juegan en el mar?

Para qué todo eso cuando puedes tener a tu alcance una rata muerta…!!

Eso es originalidad, coño! Sí, hombre, sí!

La otra fauna la puedes encontrar en cualquier lugar. Lo que mola es ir a una playa VIP donde encuentres especies exóticas que no encontrarías en ningún otro lugar.

Me lo he pasado muy bien. A ver si vuelvo el lunes. Lástima no haberle hecho una foto…!

8.8.07

Batido de Avellana

Nota previa: el resto de comentarios del anterior post, tendrán su oportuna respuesta justamente ahí, en ese post, porque como ya sabes, nunca dejo un comentario por responder... ;)

A petición de algunos de mis lectores (gracias, gracias, gracias... os quiero), y viendo que el último post tiene más polvo que la momia del Templo Maldito de Indiana Jones, creo que ya va siendo hora de renovarse o morir (y lo de morir, ahora no me va bien, que he mirado la agenda, y tengo un huevo de cosas por hacer y además aún estoy de guardia).

Es de suponer que solo me comentarás tú, que estás sin vacaciones (como yo), o que tienes vacaciones pero no te vas a ningún sitio (como yo dentro de unos días), pero tu comentario valdrá por 1000 (bonus points del Pinball, más o menos).

Como no tengo ni idea de qué contarte (si quieres darme ideas en tu comentario, adelante, serán bien recibidas), solo te diré: me apetece un batido de avellana.

No es que sea golosa. A veces sí, otras no. A veces me apetecen 200.000 lonchas de jamón de guijuelo, otras 25 tabletas de chocolate negro solo o con avellanas. Es un fiel reflejo de cómo soy: racional, sí; pero funciono por venazos, me da un punto, vamos.

A lo que iba: ayer (igual que hoy) me apetecía batido de avellanas. No quiero coger la moto, o el bus, o el metro e irme a una heladería en la que me cobrarán aproximadamente unos 4’50 euros por un jodido batido (qué mamones!). Nop. Yo quiero hacerme uno en casa, a la hora que me salga de los cojones y del tamaño que me dé la gana. El proceso de elaboración lo conozco, lo que no tengo es la materia prima.

¿¿¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL ENCONTRAR HELADO DE AVELLANA EN UN SUPER???

No, no quiero esa guarrada de vainilla con nueces de macadamia (tan in pero tan inútil). No, no quiero el empalagoso helado de turrón (ande ande ande, la marimorena, métete el helado de turrón ande te quepaaaaaaa!!). No, no quiero los cien mil tipos de helados que venden: nata con tortilla de patatas y cebolla; chocolate con pepitas de bocata de pamplonica; dulce de leche con tropezones de fabada asturiana… nop, nop, nop. Yo quiero un simple helado de avellana. Nada más. Nada menos. Y no hay manera.

Ayer, desesperada, con los ojos casi fuera de las cuencas, la mirada perdida en el infinito, el andar torpe y arrastrado y un hablar casi balbuceante, bajé al super que hay al lado de casa. Con la misma ilusión de cuando eres peke y tienen que venir los Reyes a traerte los regalitos, me metí en el super, directa a la zona de las neveras con los helados.

Cornettos, tarrinas de vainilla y fresa, Frigo Dedos, Frigo Pies (Frigo Intestinos, Frigo Bazos, etc. etc. etc.), barras de helado de nata y chocolate, helados light, helados sin azúcar, helados sin grasa, helados sin helado, helados Jaguen Dasssss de mil sabores… ¿¿¿y el de avellana??? ¿¿¿este año tampoco???

Caí de rodillas frente al último mostrador de helados, cayendo desplomada, desconsolada, des-helada… Lloré, sollocé, hundí la cara entre mis manos desesperada… La gente pasaba y me miraba y susurraba y comentaba. Me echaron un par de monedas, una señora mayor me dio un pollo pa que no pasara hambre, unos niños jugaron al corro de la patata a mi alrededor canturreando canciones que se me antojaron a ritual pre-sacrificio humano, un hombre mayor me dijo que no había dejado del todo limpias las juntas de las baldosas del suelo, un perro me olisqueó y me gruñó… pero nadie fue capaz de decirme: toma, hija, un helado de avellana para tu batido. Jodida sociedad insensible, incomprensiva y alienada!!!!!!!

Reaccioné. Me di cuenta de que no podía pasarme la vida en el suelo del super lamentándome de la falta de helado de avellana, mayormente porque estoy de guardia y en ese concreto punto no había cobertura, y claro, no sea que me busque un problema por negligente profesionalmente hablando.

Me levanté. Miré a mi alrededor. Le di una patada a las monedas, le eché el pollo al perro gruñón, ahuyenté a los niños poniendo cara de Shrek cabreado, chuté el bastón del señor mayor que seguía diciendo que las juntas de las baldosas no estaban suficientemente blancas y grité: NO TENÉIS HELADO DE AVELLANAAAAAAA!! NO ME IMPORTAAAAAAAAA! ME VALE CON UNO DE NUECES!!!!!!!!!

No es lo mismo, ni por asomo, pero menos da una piedra (quien no se consuela es porque no quiere). No podía seguir lamentándome de mi suerte. Tenía que pasar a la acción.

Abrí la segunda nevera de helados y me hice con el de nueces. Fui a la caja. La cajera no podía ser más borde. Pensé en preguntarle ‘hoy no has follado bien, ¿verdad?’, pero al observar su tercer pelo de la ceja derecha me percaté de que nunca había follado bien, así que, para qué hundirla más en la miseria.

Pagué.

Subí a casa.

Me hice el batido de nueces.

No es lo mismo que el de avellanas, que es directamente insuperable, pero bueno, me apaño con eso por el momento.

Tú, ¿¿¿sabes dónde puedo conseguir helado de avellana???