KNOCK KNOCK KNOCK!!!

Adelante... pasa... como si estuvieras en tu casa...

22.4.08

Soy leyenda

Ya he dejado de ser un puto mito para ser una jodida leyenda.

He visto que en mi barrio están construyendo una especie de tributo en vida con una estatua de bronce que reproduce a una servidora a tamaño real. Los turistas se hacen fotos al lado de la réplica, como quien se las hace al lado del Manneken Pis, y piden deseos lanzando una moneda de espaldas. Su deseo jamás se cumplirá, porque es bien sabido que los deseos pedidos a estatuas sólo se cumplen lago mediante, y en mi caso, lo que hay a los pies de mi estatua es un enorme portátil también de bronce, pero no un laguito con agua (que ya sabemos que el tema del agua está jodido). Un escándalo las monedas rebotando en el bronce en sonoros cling, cling, cling. Y las palomas, puteadas, porque en lugar de mendrugos de pan que llevarse al pico, sólo encuentran monedas de dos y cinco céntimos (que dicho sea de paso, qué mierda de ofrenda por un deseo, ¿no?... La gente es muy agarrada…).

Cuando entro en el súper, me ponen una alfombra roja, las cajeras me sacan fotos con su móvil, los reponedores me piden autógrafos y tengo un shopping assistant que es el que elige las latas de espárragos y las pone en el carrito, para que yo no tenga que hacer tanto esfuerzo.

Una tienda de ropa usada se ha puesto en contacto conmigo para que sea la imagen de la nueva temporada. Estoy pendiente de ir a hacer la sesión de fotos para el catálogo.

Me han llamado de una cadena de televisión local (creo que de las Hurdes) porque quieren rodar un spot promocional sobre los embutidos de la zona usando la imagen de la que suscribe, dada mi gran importancia mediática.

Y te preguntarás… ¿Y TODO ESO? ¿A QUÉ COÑO VIENE?

Cuando tuve un troll, y como bien sabe Effie por experiencia propia, tomé conciencia de que era un puto mito (como lo es ella).

Yo ya estaba contenta con el estatus de mito, no necesitaba más. Sabía que cuando muriera, unos me recordarían, otros no. Seguramente saldría en algún recopilatorio de GRANDES MOMENTOS BLOGGER y hasta tal vez algún intrépido informático, teniendo en su poder un software parecido al del CSI, lograría enfocar mi imagen de perfil. Era perfectamente consciente de que en vida ni dios me haría caso, pero que al morir, era muy probable que la gloria se alzara en formato de epitafio digital en mi tumba virtual, donde miles (o millones, o miles de millones…) de peregrinos depositarían sus emoticonos llorones frente la lápida.

Pero la vida es sorprendente, y había planes superiores para este pequeño grano de arena que soy.

Hace unos días, y como hago de costumbre cada tarde, abrí mi gestor de correo, ordenado en chorrocientas carpetas con las cuentas de correo (la de trabajo, la de trabajo para enviar paridas, la exclusiva para enviar paridas, la que facilita automáticamente mi número de cuenta para efectuar donaciones pecuniarias en mi favor…), y vi un mail. El asunto era ASUNTOS INTERNOS, valga la redundancia.

Lo abrí. La curiosidad inicial dejó paso al estupor y a la incredulidad. Un mensajero electrónico me mandaba un correo de parte de un cantautor, solicitando permiso para usar uno de mis posts para elaborar una canción.

Miré a mi alrededor. Busqué la cámara oculta, pero nadie aparecía con un ramo de flores y gritando INOCEEEEEEENTEEEEEEEE!

Leí de nuevo. Pensé que tal vez eso de ASUNTOS INTERNOS era un departamento interior de Blogger, en el que sus agentes te asaltaban con una inspección sorpresa, al más puro estilo Hacienda Somos Todos. Tampoco era eso. Pensé: fijo que te toman el pelo, Ak… estas cosas no pasan. Sin embargo, la vida es riesgo, pero una no es tonta, y decidí contestar solicitando información al respecto en jocoso tono.

Días de silencio. Bolas del desierto cruzando la pantalla en diagonal. ¿Lo ves? Pura patraña. Todo es ¡¡Mentira!! (tono Palomino). O a lo peor: quizá se usa el post igual, y pasando de consentimientos ni leches en vinagre. La propiedad intelectual por el arco del triunfo mismamente.

Sin embargo, el plan maestro del universo no terminaba ahí. Días después, recibí nuevo mail con el mismo asunto pero distinto remitente.

El cantautor en persona se dirigía a esta humilde blogger, solicitando el permiso anteriormente peticionado por su mensajero. Se identificaba, y aclaraba que ASUNTOS INTERNOS era el título del álbum que está grabando. Rubén Mata, sus datos identificativos. (En breve su MySpace será linkado en el presente blog).

Madredelamorhermoso! Virgensantadelgooglesearch! No, si va a resultar que es verdad! Me dije a mí misma cerebralmente… o a lo mejor en voz alta, no lo sé. Ahora no recuerdo si me había tomado la medicación o no.

Si las musas lo quieren, tal vez exista una canción que relate uno de los posts de esta su servidora.

El cantautor actúa en Barcelona, este próximo 23 de mayo en el bar Astrolabi, a las 22’30 hs.

Pero… No se vayan todavía amigos, ¡aún hay más!

Cuando la emoción me embriagaba y estaba al borde del éxtasis místico cual Santa Teresa de Jesús pero sin ser monja ni santa ni llamarme Teresa, descubrí, previa información cotejable a través de comentarios en el post anterior y comunicación personal en mi mail (lo cual no es cotejable, por vulnerar el secreto en las comunicaciones, pero lo digo yo, y eso debería serte suficiente), que tenía una IMITADORA. Qué digo imitadora… Una personita que habita esta bola que llamamos mundo estaba dedicándose a copiar los posts de esta su servidora y vecina, procediendo a colgarlos en su espacio personal.

Hay que joderse.

Sin citar la fuente.

Hay que joderse.

Soy leyenda.

Hay que joderse.

Mis posts se convierten en música. Hurtan mis idas de olla a escondidas…

Espera, me acaba de llegar otro mail… La Asociación de Desparasitadotes y Desratizadores me pide que sea su patrona, y el Consorcio de Amigos del Ganchillo y el Encaje de Bolillos me dice si puedo ser presidenta de honor.

Hay que joderse. No daré abasto.

9.4.08

Escupir desde el coche

Ya es de ser guarro escupir por la ventanilla, pero llegado el caso de reunión de varios puercos, siempre puede organizarse un campeonato. En cierta ocasión presencié un concurso de lapos lanzados con los dedos. No pude saber quién quedó ganador. Las arcadas me lo impidieron y tuve que ausentarme de tamaño acontecimiento deportivo para evitar morir de espasmo estomacal.

Sin embargo, y pese a que no esté reconocido como disciplina olímpica, el lanzar escupitajos es algo bastante común y que en ciertos ambientes refleja el orden de situación del macho en la manada: cuanto más lejos lo lance, más arriba está en la pirámide de poder.

Llegados a este punto, viendo lo que vi el domingo por la noche, solo me queda decir que HE VISTO AL MÁS PRINGAO DE LOS MACHOS DE LA MANADA.

Se puede ser soez y asqueroso, pero indudablemente hay una técnica detrás del concurso de lapos: arqueamiento de espalda, empuje del escupitajo, soplamiento a gran velocidad…

Los hombres evolucionados prescinden de escalafones sociales en cuanto a manada. Los menos evolucionados, suelen usar metáforas de lo que en su momento hicieran los homínidos para establecer la jerarquía del jefe de manada, cambiando la somanta palos con huesos de mamut hasta dejar al aspirante tieso, por inmenso escupitajo lanzado a gran velocidad a una distancia razonable.

Pues bien, como decía antes, el domingo por la noche vi al más pringao de la manada.

Estando sumida en un embotellamiento de órdago en la autopista, situada en el carril izquierdo y mientras los vehículos se hallaban en parada técnica, tres coches por delante de mí y en el carril de la derecha había un conductor agarrado al volante de su Peugeot 407. Pelo cano, camisa lisa, gafas seguramente con cristales progresivos, aspecto cuidado y porte aparentemente señorial.

De pronto, abre la puerta del coche e inclina su cabeza. Me pareció que trataba de ver algo en el suelo. Se balanceaba ligeramente hacia delante cuando de pronto, slurrrrrrrrrrp, soltó un lapo de campeonato federado internacional. Sin furia, sin rabia, sin ímpetu. Simplemente lo dejó caer acompañándolo con un ligero empuje de aire. Era evidente que ese tipo no era el macho dominante de la manada, pero que fuera el más pringao lo revelaría lo que vendría a continuación.

Sin pudor alguno, decidió observar su obra, supongo que para vanagloriarse de la criatura. Fue entonces cuando se percató: el pollo (criado a grano no transgénico, de ahí su tamaño) no había caído en el suelo como su creador había querido intentando disimular la falta de educación de soltarlo por la ventanilla –que todo el mundo sabe que sólo puede hacerse si el vehículo está en marcha-, o bien intentando que no le rompiera la cara el del coche de al lado viendo como se estampaba semejante regalo en su ventanilla del copiloto.

El pobre desgraciado era tan malo que lo había dejado caer justo en el jodido marco de la puerta. Eres el puto pringao de la manada, tío. Asúmelo, cuanto antes, y juega tu papel en la jerarquía establecida.

Sin embargo, él no se contentaba con su rol, él quería disimular a toda costa su condición de último escalafón. Y pensó rápido en una solución de emergencia. ¿Cuál? Muy sencillo: nada como empujar el lapo con el dedito índice para que caiga en el suelo.

Pero la naturaleza es sabia, y la selección natural es más fuerte que el individuo. Por esta razón y no otra, se le pegó el escupitajo al índice, colgando asquerosamente y revelando a todos los del embotellamiento que ése, justamente ése tipo, era el más imbécil de la manada, y por tanto, al que se debía linchar en caso de necesidad.

Tras un arduo esfuerzo, logró dejar caer en el suelo el motivo de su vergüenza, limpió su dedo en la tapicería, cerró la puerta y volvió a coger el volante, como quien no quiere la cosa, que aquí no ha pasado nada.

Pero pasaba: a ojos del mundo, de la naturaleza y de la teoría de la evolución, él era un cero a la izquierda en su comunidad.

Y tú, ¿en qué escalafón estás de la manada?

Y por cierto, te comunico que este es el post nº 100