KNOCK KNOCK KNOCK!!!

Adelante... pasa... como si estuvieras en tu casa...

14.4.09

El puente en que vivimos peligrosamente

Porque no hay nada mejor para vivir la aventura que llevarte a gente experimentada contigo, y cuando digo experimentada, me refiero a experimentada por transcurso de tiempo vital. O sea, gente mayor.

Imagínate hacer entrar a tres personas que oscilan entre los 70 y los 80 y pico de años en un coche de dos puertas. Sólo eso, ya es una aventura de lo más Indiana Jones. Y no una vez, no… unas cuantas veces al día. Acojonante ver cómo puede contorsionarse un cuerpo humano pese a la edad, y cómo retumba el suelo al dejar caer el primer pie sobre el asfalto igualito que en Jurassic Park.

Y créeme, no tengo nada en contra de la gente mayor. Es más, me despiertan cierta ternura. Lo que me jode es la tontería y en ocasiones la prepotencia y mi incapacidad para cuadrarme a tiempo en esas situaciones (hecho que, al precio de 30’80 jeuros he aprendido).

Partamos de la base de que el tono agudo de ciertas voces resulta molestoso. Multiplica eso por dos o hasta incluso por tres (personas), y elévalo a la tercera potencia (lo que viene a ser, resistirlo durante tres horas seguidas). Yo creo que ni la tortura a James Bond, oye. Eso, quieras que no, ya te pone un poquito de mala jostia. Sólo un poquito, pero te pone.

Me voy, con mi buen samaritismo, con estas personas (a las que, desde aquí proclamo, tengo altísima estima, bromas a parte) a comer y a ir no sé dónde coño a comprar no sé qué mierda de pasta típica de no sé dónde que está dónde el coño la Bernarda o donde Cristo perdió la zapatilla y no volvió para buscarla. Acabo proponiendo matar todas las visitas turísticas en un día, porque ya que hay que pringar, al menos suframos de golpe y no a cachitos.

Ya he acabado yendo por un camino por el que no quería ir en un día en el que no quería coger el coche por el mal tiempo, circulando por una carretera de mierda con más parches que la estética de Cher. Vale. Jodienda nº 1.

Entro en el jodido pueblo y aparco dónde siempre, que ahora resulta que es un poco lejos, y que la próxima vez puedo aparcar no sé dónde porque resulta que no sé cuantos y que la madre de Pedrito se hace un dedito. Vale. Jodienda nº 2.

Después de hacer todas las compras oportunas (que no sé yo cómo va a caber todo esto en el maletero sin que se levanten las dos ruedas de delante haciendo caballito durante 300 km), toca ir a por el coche, y como está lejos, ya si esto, lo acerco y tal. Bien. Un instante de paz.

Recojo las compras, las personas, los paraguas, la lluvia, la nieve y una mosca despistada. Todos pa’ dentro. Sin problema. Hay, no uno, sino DOS carteles hermosos y bien grandes que rezan SALIDA.

¿Y qué hago yo? Pues dirigirme hacia allí.

- NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! POR AHÍ NOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!

- ¿Qué?

- POR AHÍ NOOOOOOO!! QUE NOS VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJO!!!

- Que noooo… que ese camino va a parar a la Nacional, que hay un cartelito de “Todas direcciones”.

- PERO POR AHÍ NOOOOOOOO, QUE NOS VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJOOOOOOO!!!! TIRA RECTO!!! TÚ VES POR ARRIBA, POR EL MISMO SITIO POR EL QUE HEMOS ENTRADOOOOO!!!

- Pero que allí hay el cartel que pone SALIDA!!

- DA IGUAAAAAAAAAL, ES QUE POR ALLÍ NOS VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJO!!!! TÚ VETE POR AHÍ, MIRA, SÍ, SÍ POR AHÍ


(mecagontodoslosdiosesgriegos…)

Acabo yendo por donde no pone salida y por dónde las increpantes voces que vienen del averno del asiento de atrás repiten A VALFUNCILLOS DE ABAJO NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, A VALFUNCILLOS DE ABAJO NOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!

Llegados a la puerta de salida en cuestión, tremendo cartel de dirección prohibida y flecha de “tira pa la derecha y no me toques lo huevos, que por aquí no se sale”.

Paro el coche.

- ¿¿Lo veis?? Por aquí no se puede, hay que salir por donde pone SALIDA (jode tanto decir obviedades)

- PERO NO… QUE POR ALLÍ VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJO, Y NO VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJO, QUE TENDRÍAS QUE PODER SALIR POR AQUÍ, QUE ES POR DONDE HEMOS ENTRADO.

- Vale, que sí, que de acuerdo, pero que no se puede! Disco rojo, tira blanca en medio, dirección prohibida, flecha de dirección obligada para arriba… hay que salir por el otro sitio.

- QUE SI SALIMOS POR ALLÍ VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJOOOOOOOOOOO!!!! QUE POR AHÍ NOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!


(mecagonmipenanegra… y que no pueda comprenderse que “Todas direcciones” significa “A Valfuncillos de Abajo y a otros múltiples destinos distintos de Valfuncillos de Abajo”).

Por n-ésima vez intenté explicarlo, y sólo se oía retumbar dentro del coche entre las pastas, los quesos, los tarros de no sé cuantos, la mosca perdida y la madre que lo parió todo “ES QUE NO VAMOS A VALFUNCILLOS DE ABAJO!!!!!!”.

Y ahí estuvo mi error.

Cualquier otra persona hubiera dicho “A TOMAR POR CULO” y hubiera seguido la flecha de dirección obligatoria, aunque ello hubiera supuesto que las ocupantes del asiento de atrás hablaran en latín al revés, vomitaran sustancias verdes y giraran la cabeza sobre su eje 360º. Pero yo no, yo soy de buena pasta (lo que viene conociéndose como gilipollas) y decidí usar la ironía.

- No, a ver, si queréis, yo meto el coche entre las señales y me meo la dirección prohibida.

- SÍIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!


(hay que joderse, y encima les hace ilusión!!! Tendría que venir un camión de frente que ni todos los Tena Lady de España dieran abasto para mitigar el susto).

Y como ya estaba hasta las pelotas de las pastas, de la lluvia, de la nieve, de los quesos, de la mosca perdida y de Valfuncillos de Abajo, aceleré y metí el coche para que se callaran.

¿Y qué pasó?

¿Qué pasó?

Patrulla de policía local de frente, que no había manera de intentar justificar una pasada por el forro semejante de señal de tráfico.

Me hacen gestos para que me detenga a la derecha (como otros tres pringaos).

¿¿Reacción dentro del coche??

- JIJIJIJIJIJIJI… AY! QUE NOS HAN PILLAO!!! JIJIJIJIJI

(mecagonvalfuncillodeabajoylaspastasylosquesos)

Que me parte a mí la caja torácica la risa de ver a cuánto subirá la dolorosa y de si me quitarán puntos del carnet. Yo, que no bebo si tengo que coger el coche; yo, que respeto los límites de velocidad; yo, que la única multa que me han puesto fue por no llevar el jodido recibo del seguro…

Bajé la ventanilla.

- Buenas tardes

- Buenas tardes Agente

- Bien, se ha saltado Usted la dirección prohibida, y ha hecho caso omiso de la señal de dirección obligada, así que, déjeme el carnet de conducir y los papeles del coche.


Barajé por un instante la idea de salir del coche, mojarme bajo la lluvia pero llevarme al agente un poco lejos del coche y una de dos, o contarle que estaba hasta los cojones de escuchar que A VALFUNCILLOS DE ABAJO NOOOOOOOOOO y que eso había llevado a que infringiera la inquebrantable norma de salir por un sitio en contra dirección, o que me llevara detenida al calabozo que al menos así tendría paz durante un rato.

Al final ni una cosa ni la otra. Le di el carnet y los papeles del coche. Va dentro de la patrulla, y al cabo de un rato vuelve.

- ¿Ésta es Usted?

- Sí
(¿pero a que ahora estoy mucho más mona? Es que yo con los años mejoro… no lo ve?? No lo ve??? Es evidente!! A parte, que ese día el fotógrafo estaba de mala jostia y me borró la sonrisa de un plumazo al posar para la foto del carnet de conducir… pero sí, sí, soy yo –pensaba yo para mis adentros-)

- Pues déjeme el DNI

- Cómo no
(que ahí sí que quedé moníssssima, que me lo dijo la policía que me lo dio cuando lo fui a recoger… y eso que me hice la foto en casa y la imprimí en papel fotográfico y va que chuta… -seguía pensando yo para relajarme-).

Pasados unos minutitos, vino con la multa. 42 jeuros, con el descuento (¿por qué? Porque es primavera en Valfuncillos de Abajo!!!!) me quedaba por 30’80 jeuros. Se la podía pagar ahí mismo, así que, billetito sobre billetito, y cobró la multa el Sr. Agente (que fuera bromas, estaban ahí por mero afán recaudatorio en un puente altamente turístico, que lo digo porque ahora te cuento por dónde salí del jodido pueblo al final).

Una vez pagada la dolorsa, le pregunté al policía local que por dónde salía, y me dijo: “Hombre, como ya te has saltado la señal, pues tira p’abajo y vete con cuidao”.

Hay que jodeeeeeeeeerrrrrrrrrsssssssseeeeeeeeeeeeeeee!!!!!

Al menos hazme hacer maniobra y salir por dónde debía, aunque dentro del coche se oigan gritos desgarrados de A VALFUNCILLOS DE ABAJO NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!.

Pero no, una vez pasado el peaje, podía irme por dónde me saliera de los cojones. Afán recaudatorio, fijo… porque estos no tuvieron tiempo de verme el culo, así que, imposible que me pararan con la finalidad de observarlo con detenimiento.

Salí por la salida que no era a Valfuncillos de Abajo, para acabar en el mismo sitio que si hubiera salido por donde ponía SALIDA.

- AYYYY, PUES SÍ, FÍJATE QUE NO HUBIÉRAMOS IDO A VALFUNCILLOS DE ABAJO… JIJIJIJI… AYYYYYYYYYYYYYY… JIJIJIJIJI

Qué, ¿me corto las venas o me las dejo largas?

5.4.09

La primavera no sólo trae alergias

Se nota que llega ese tiempo en el que la gente está más receptiva y predispuesta al mutuo conocimiento con el fin de promover el enriquecimiento personal como ser humano (vamos, lo que viene conociéndose como que la gente está más caliente que el palo de un churrero –Mossos incluidos-).

Mira… he empezado a plantearme que debería trabajar en una hotline, y a lo mejor hasta me sacaba un sobresueldo para pagarme unas estupendas y merecidísimas vacaciones en agosto.

¿Y por qué te digo eso? Ahora te lo aclaro.

El otro día estaba hablando con un compañero al que no conozco personalmente pero con el que me ha tocado trabajar por el turno de oficio. Un par de faxes, comentarios técnicos, blabla y por razones en las que ahora no voy a extenderme (por innecesario y por carente de interés –y porque la Ley de Protección de Datos me obliga a ello-) acabamos hablando por teléfono. A la pregunta ¿Me puedes mandar por mail tal cosa y tal otra escaneadas el lunes?, yo respondí Por poder, te lo puedo mandar AHORA (así, fardando… ¿por qué? Porque yo lo valgo, aunque el rímel que use sea Max Factor).

La respuesta fue Uy, qué sobrada, no??, la réplica fue Pues claro (seguida de una simpática risa y de una explicación de los medios técnicos de los que disponía para mandarlo con tanta celeridad).

Aún no sé cómo, me vi escuchando un No me provoques, no me provoqueeeeeeeeeeeees, que estoy muy muy… hmmmmm, y si acaso, mándame una foto tuya para ver cómo eres, que te quiero echar los tejos.

¿Mi respuesta?: No. Si acaso me mandas una tuya TÚ, para que yo valore si quiero que me eches los tejos.

Adiós adiós, te mando los documentos por mail, blablabla.

Mando el mail, conteniendo el mismo la frase: si precisas algo más, dímelo y te lo remito (referente a la documentación del tema del que habíamos hablado).

¿Respuesta? Tu foto, que quiero echarte los tejos.

Y a Akroon no se le ocurre nada más que contestar Tengo 53 años, el pelo gris, gafas de culo de vaso, 4 hijos, 6 gatos y peso 197 kg… pero soy muuuuuuuuuuy simpática.

A partir de ahí, ni un comentario. ¿¿¿¿La primavera anula el sentido del humor????

Pero una flor no hace verano, y claro, que a una le quieran echar los tejos sin verla por el simple hecho de hablar por teléfono, no hace que ello derive en la idea del pluriempleo en una hotline.

Lo que me ha hecho pensar eso ha sido lo que me ha pasó al llamar a la compañía de decesos para cambiar la domiciliación del pago de la mensualidad de la póliza.

Busqué en la web un teléfono para hacer la gestión. Resultó que ése no era. Me facilitaron el nombre y teléfono del encargado de departamento de no recuerdo qué, que era el que podía hacer la gestión. Ok.

Jueves por la tarde, llamé. Saltaba el contestador. Antes del pitido para dejar el mensaje, colgué. No me apetecía hablar con una máquina en ese momento. Al cabo de un rato volví a llamar. Lo mismo. Lo intenté una tercera vez pasada una hora aproximadamente. Otra vez el contestador.

Deduje que el encargado tenía horario de mañana, así que opté por dejar la llamada en cuestión para viernes por la mañana.

Viernes llamo, y vuelve a saltar el contestador. Al final he buscado un recibo de la póliza y he llamado al teléfono de asistencia 24 hs (que es para comunicar decesos, y afortunadamente no tenía que volver a comunicar ninguno), pero he pensado que tal vez desde allí pudieran pasarme con el departamento que fuera. Efectivamente he podido resolver el tema, domiciliación cambiada y todo correcto.

Hasta aquí, todo normal.

Pero justo antes de irme, suena el teléfono. Eran de la compañía. Me lo pasan. Se trataba justamente del tipo al que yo había estado llamando y al que no había dejado mensaje alguno. Muy simpático. Le comento que el tema ya estaba resuelto, que un compañero suyo me había atendido y que ya estaba todo bajo control, pero que de todos modos, lo podía comprobar por si acaso.

Le facilito nombre de la persona asegurada. No sale. Le facilito DNI de la persona asegurada. No sale. Imposible, lo he arreglado hace unos minutos. Le digo que me dé 30 segundos para coger el recibo y darle el número de póliza. Me contesta que me da 29 segundos, que 30 es demasiado tiempo de espera. Yo respondo que haré lo posible por tardar sobre unos 28, pero que no prometo nada.

Recibo en mano, le digo el número de póliza. No sale. ¡¡¡No puede ser!!! Al final cae en la cuenta que por el tipo de número va a ser una póliza de la competencia, que antes estaban fusionados pero que ahora son dos compañías independientes. Le digo que ahora lo entiendo todo, y que bueno, que entonces ya está todo resuelto. Me dice que se llevan muy bien con los compañeros, pero que si necesito lo que sea, que ahí está él, y que probablemente es una póliza de hace mucho tiempo porque no me acuerdo qué me dijo de hace 50 años que si esto y lo otro, a lo que respondo que efectivamente, yo sólo tengo 34, aunque aparento 17 y medio porque me conservo estupendamente.

Y ahí… ahí… ya estuvo.

Que vaya tentación, que si esto, que si lo otro, que aunque la póliza sea de la compañía de la competencia, me hace una simulación cuando quiera, que para lo que sea que necesite que cuente con él… y que tengo su teléfono para poderle llamar para ir a tomarnos un café (eso sí, en un tono de lo más correcto y siendo muy simpático, todo hay que decirlo).

¡¡¡JODIDA PRIMAVERA!!!

Le digo que muchas gracias, y que si necesito algo, ya le llamaré, que encantada de conocerle pese a no ser la entidad aseguradora de la póliza, adiós adiós, y me repite lo del café, lo de que está para lo que necesite y dice pues eso, que aquí me tienes… y ah… (pequeño silencio) y un beso (en un tono cuasi-tímido)”.

Uno me pide foto y el otro me manda un beso. Y el Mosso me hace empujar la moto.

Lo que yo te diga, que este año la primavera, a parte de alérgica, viene alegre.

¿Qué? ¿Me pluriempleo o no me pluriempleo?