Antes de empezar, debo hacer un par de menciones previas:
- Como siempre, he contestado vuestros comentarios, que sabéis agradezco de corazón. Los tenéis en el post anterior. Gracias a todos.
- Ya advertí que el post que hoy publico sería un post serio... Pertenece a esa clase de cosas que escribo cuando por una razón u otra (no voy ahora a desvelarlas), me inspiro (o al menos eso me parece a mí), y hago esas cosas a las que no os tengo acostumbrados/as. Abrid la mente, porque este post va de otro rollo... Tal vez os aburra, tal vez os guste, tal vez quede extraño en mi blog... No lo sé... Supongo que eso debéis juzgarlo vosotros.
Os dejo con ello...
Qué creativo es el dolor. Qué artístico es el dolor… La alegría proporciona grandes obras, pero el dolor, el dolor modela las mejores creaciones, esas que rasgan el alma del lector, del oyente o del observante.
El dolor… Es una fuente inagotable de inspiración, y se apodera de ti sin remedio alguno para que tus manos no paren de escribir, de componer, de pintar, de esculpir, de crear en definitiva… para que tal vez, después, ni siquiera te reconozcas. El dolor lo llena todo por unos momentos, eternos momentos, con tal intensidad, que es imposible apartarlo, imposible obviarlo, y te empapa de su amargo hedor, de su desasosegante sabor… y crea crea crea crea crea sin parar, sin detenerse ante nada.
La desesperación se acerca a ti, de improviso, sin previo anuncio, y te susurra al oído todo aquello que no quieres oír, porque sabes que, sin clemencia, vas a sentir todo aquello que no quieres sentir. Lo susurra lentamente, calmadamente, densamente, pesadamente, sin retroceder un solo paso, porque una vez comenzaste ese camino, no queda más que terminarlo. No hay sendero por el que salir, no hay puerta trasera por la que escapar, no hay atajo que acorte la distancia. Y te llena todos los espacios, te ocupa todos los rincones, incluso aquellos que creías vacíos, incluso aquellos que recordabas vacuos, incluso aquellos que no sabías ni que existían, incluso todos aquellos que en su día creíste haber sepultado para siempre.
El dolor, qué gran invento para el artista… Porque mientras te da, no se consume, sino que te consume, te ahoga, te amarra, te inunda, te asfixia, te ata una piedra a los pies y te lanza al vacío, o al mar, o a cualquier otro sitio con una larga y agonizante caída. Y mientras caes, y te consumes, y te ahogas, y te amarras, y te inundas, y te asfixias, vomitas irremediablemente tus mejores ideas, tus mejores obras, tus mejores pensamientos…
Y entonces viene la serenidad. Una serenidad estéril, yerma, infructuosa, donde la sonrisa suele predominar, y por consiguiente, también la ausencia de obras maestras, ya sean maestras para el mundo, o maestras para uno mismo.
Y se sucede ese periodo infértil, donde las creaciones no tienen esa fuerza desgarradora, donde la impresión contundente no existe, donde las caricias no tienen la misma intensidad que las puñaladas.
Y pasa el tiempo. Y el dolor no asoma. Y a veces te inspiras. Y otras veces no.
Y pasa el tiempo… pasa el tiempo… pasa el tiempo… pasa el tiempo… pasa el tiempo… pasa el tiempo… Buscas, experimentas, intentas, catas, pruebas. Pero nada tiene ese sabor tan amargo como el llanto. Nada tiene ese olor tan agrio como el sufrimiento. Sin embargo, está bien, porque la paz de espíritu tiene su valor. Y tiene su precio, el precio de no experimentar aquello que a borbotones te sangra por dentro, y no poder plasmarlo. Porque el desgarro solo se plasma cuando se siente. Si no se siente, solo se describe… pero no se transmite.
Y sigue pasando el tiempo.
Hasta que un día, como siempre hace el dolor, viene a ti sin advertencia previa, sin aviso de llegada. Y te encuentra con el paso cambiado. Y te caes de bruces porque te hizo la zancadilla sin siquiera percatarte.
Ahí está… otra vez… el Gran Maestro… Cobrándose su precio con su propia moneda de cambio: la agonía.
El dolor lo llena todo otra vez para, cuando te ha sangrado lo suficiente, dejarte una gran oquedad imposible de rellenar con nada más que con él mismo.
Qué gran invento el dolor para el deleite de los demás, para la admiración de las mejores obras, para sacar de uno mismo todo aquello que apenas se sabía que se poseía.
Por eso hoy te rindo mi más sentido homenaje y te brindo mi más sincero agradecimiento, porque sin ti, no habría dolor, y sin dolor, no hay obra. Pretencioso por mi parte considerar que pueda ser una obra que interese lo más mínimo a cualquier otro, pero en definitiva mi obra, que estaría ausente sin el dolor que me desgarra y que de ti trae causa.
Porque tú me dejaste un souvenir de tortura que me acompañará toda la vida, y que ni siquiera me dejará cuando duerma, porque soñaré contigo.
Porque qué imagen más desgarradoramente bella hay que ver cómo se te escapa como agua entre las manos, como arena entre los dedos, aquello que querrías amarrar a ti para siempre, sintiéndote incapaz de hacer nada para evitar que se esfume.
Qué imagen más tristemente agraciada hay que la de la proximidad sentida en la lejanía, o tal vez la lejanía sentida en la proximidad… de tenerte cerca y no poder alcanzarte, o de tenerte lejos y no saber acercarte.
Qué delito más hermoso hay que robarte furtivamente todo lo que eres para guardarlo y odiar así no poseerlo, y que me desgarre a cada instante el recuerdo.
Qué embriaguez más serena hay que la de no controlar el zarandeo del mundo propio, sometido irremediablemente a voluntad ajena, no pudiendo ofrecer resistencia alguna.
Qué velocidad más trepidantemente plañidera hay que la de ver cómo el tiempo pasa demasiado rápido, como la cuenta atrás no se detiene y avanza inexorablemente, de la misma forma que es inevitable que la nieve se funda junto a la llama o que el agua se evapore junto al fuego.
Qué obsequio más filantrópicamente punzante hay que el regalarte el vaivén de mi mundo causado por tu presencia, a sabiendas de que los regalos se pierden al ofrecerlos, y que jamás se recobran, a sabiendas de que al dártelo, no lo puedo recuperar, ni lo quiero recuperar, porque es tuyo.
Qué destino más catastróficamente poético hay que el de saber demasiado tarde aquello que tuvo que haber sido sabido con anterioridad, el de saber que se ha perdido por no haber tenido, y que no se ha tenido por no haber sabido a tiempo.
Y pasará el tiempo. Y no te borraré. Pero te guardaré sin siquiera darme cuenta, para que así, se suceda otra estéril etapa de calma. Tal vez te camufle disimuladamente en algún rincón, para que en el menor descuido, te encuentre sin buscarte, y ello me recuerde que ahora te busco y no puedo encontrarte.
Aunque prefiero el llanto a la ignorancia que supone su ausencia, porque significaría que jamás hubiera conocido su causa. Y un solo instante de causa, compensa mil años de llanto.
La vida tiene una sarcástica ironía implícita…
PS: Voy a clicar en 'publicar' y estoy pensando que voy a arrepentirme de haberlo hecho...
KNOCK KNOCK KNOCK!!!
Adelante... pasa... como si estuvieras en tu casa...
30.10.06
El GRAN MAESTRO
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17 comentarios:
Uff, no sé muy bien que escribir. Te ha quedado muy profundo y cierto, no hay nada mejor como el dolor para sacar tus rasgos artísticos a relucir, aunque la frustración, la traición y demás también son buenos. Está claro que los malos sentimientos son los que hacen que un gran artista tenga su momento de gloria.
Un aplauso por tus líneas y un besazo para tí :)
MEIGHINHA: Yo tampoco sabría muy bien qué decir sobre lo que he escrito... y eso que lo he escrito yo!!! jajajaja... Como decía en el post, de vez en cuando me da una venada... y salen cosas así. Un besazo, guapiiiiii!
Jodo lo que me faltaba leer en un día como hoy.
Buaaaaaaaaaaaaaaahhhh
Al fin y al cabo son sentimientos propios del ser humano. Aprender de las experiencias es lo que distingue a las personas (al menos en ese aspecto). Explorar el dolor y conocer los límites de cada cual, o sencillamente saber que resortes se accionan (o no)y lo provoca, saber con certeza que la valentía llega cuando realmente no te queda ni gota de valor en los bolsillos y aún así sigues. Se aprende mucho si consigues disociarte un poco de los golpes.
En fin, que me he saltado a la torera el aviso de la cabeza del post y aun no me he tomado ningun cafe cargado como para comentar con claridad.
Un beso guapa!
Joer qué post más doloroso pero ánimo tía que el tiempo borra bastante ese dolor.
DANI: Jajajajajajajajajajajajja... pobrecito....! Un beso con una sonrisa!
EVITA: Totalmente de acuerdo contigo, excepto en lo de la necesidad del café... me parece un comentario más que claro! ;) LO que pasa es que yo tengo la teoría (puede que equivocada) de que el sufrimiento, sea de un tipo o de otro (generalmente el amoroso es el que da más de sí), es el que hace que los artistas, sea del arte que sea, creen sus mejores obras, porque creo que el dolor toca resortes y rincones que ninguna otra cosa puede tocar (lo cual es una lástima, pero qué se le va a hacer)... y mira, me dio por escribir esto en un momento determinado... De todos modos, creo que voy a volver a mi tónica habitual, porque creo que esto aburre un poco! jajajajajajaja
Gracias por pasarte otra vez!!!!! Un besooooooooo!
CHASKY: El tiempo lo borra casi todo! Pero no es que yo esté jodida (al menos no más de lo que la vida de jode habitualmente, jejeje)... fue algo puntual que me salió así...! De todos modos, gracias! ;) Un besoooo!
ja ja ja, que pasa? que hoy estás haciendo un intensivo???
Porque con el retraso que llevas te puede llevar hasta las 8:00 de mañana...ja ja ja...
un beso actualizado
Hola... me saco la ropa, me quedo desnudo, y me pongo a mirar tu blog mientras me como un helado que se derrite en mi teclado...
Ahhh y mi perro lamiendo mis pies llenos de chocolate granizado :)
Bueno, aqui dice "pasa... como si estuvieras en tu casa..."
:)
...y a la mierda todo!
JuanMa
DANI: Con el retraso que llevo, para Reyes no sé si habré terminado!!!!! jjajajajaa. Un beso de retraso!!!!
JUANMA: Bienvenido a mi casa!! Puedes quedarte en pelotas, comer helado a lo guarro y hasta sacarte los mocos... sí, como si estuvieras en tu casa... :P Eso sí, dile a tu perro que te deje los pies bien limpios...! Bienvenido otra vez, y entra en casa siempre que quieras, serás bien recibido! Un besoo!
niña, no se que decirte, espero sinceramente que no haya un dolor así en tu vida en estos momentos que si lo has vivido sea en un momento puntual.
Si el dolor son las musas no queremos musas.
Si solo fue un momento de inspiracion imaginativa me quitaria el sombrero pero no llevo.
Wow, transmite mucho
Besos guapa, mas q guapa
Vengo a ponerme al día con tu blog y me encuentro con estas palabras y entonces es cuando pienso que por qué no vine antes a leerlas!! Aunque no sea del estilo de tu blog, gracias por darle a publicar!! Duele tanto!!
Un beso enorme
PD. No dejes de hacer esto de vez en cuando!!
Joder! Es PRECIOSO! Y tú te preguntas si sirves para esto?
Me gustaría ser Sir Lancelot para arrancarle las entrañas a ese malvado dragón que tanto dolor os causa, madame. O quizás le deje jugar un rato con vuestro corazón, para que de él surjan flores de lis y de Bach, antes de morir ante el acometer mi lanza poderosa.
Esto fue supremo!
BEGO: Ole mis cojones, que contesto ahora un comentario de noviembre del 2006…!!
Bego, yo te cuento… (momento diván)
Un dolor así, nunca debe ser de larga duración, porque entonces te transporta a los límites de la resistencia emotiva humana. Esa sensación, es puntual. Puedes quedarte tranquila. Lo que pasa es que si bien es puntual, su mayor atractivo es que es muy intensa durante un corto período de tiempo.
Sí, el dolor son las musas, aunque no todas las musas, solo una parte de ellas… es solo que esas musas, para mí, son francamente interesantes. Llámame masoca! Jajajaja
No, no es un momento de inspiración imaginativa… de ahí que diga que el desgarro si no se siente solo se plasma pero no se transmite. Nada de imaginativo. Aunque estaría encantada de aceptar que te quitaras el sombrero de todos modos… vanidad, querida, vanidad… jajajajjaa.
Besazos para ti también, guapaaaaaaaaaaaaaaaaa!
LUIS: Lo mismo que he dicho antes… que ole mis huevos por tardar más de medio año en contestar un comentario!! Más aún cuando tú has desaparecido en combate y te he perdido la pista… lo cual es una verdadera pena… aún guardo la esperanza de que aparezcas un día como por arte de magia…
Gracias a ti por lo que dices… echo de menos tus posts… Vuelve algún día.
Besos enormes y muchos abrazos!!
PETERPSYCH: Píter… no sé cómo hacer icono de cara sonrojada…
Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias… Y sí, cada día me pregunto si sirvo para esto, porque solo sé que me queda tanto por aprender y que envidio el arte de tantas personas… i ja m’entens!
Petons!!!!!!!!
SH765HT2:
Querido Virus Mágico;
¿Quién me hubiera dicho que un virus mágico como tú tendría oculta tanta poesía?? Eres una caja de sorpresas…
Déjale que me sangre un rato, y después destrúyelo como gustes…
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