SRa. Akroon:
El verano es una estación realmente hermosa para el suicidio.
La invito a sumergirse conmigo en un placentero océano de inconsciencia.
Ikea no nos merece.
La crisis económica se parte la caja: intente usted comprar cualquier cosa y tendrá que suplicar, hacer cola, y volver al día siguiente.
En resumidadas cuentas: que la vida blogueril manifiesta un "Non plus Ultra"
que viene a significar algo así como "Los ultras nunca verán el Canal Plus", o bien,
"No sigamos más allá que a la vuelta de la esquina una vieja con pañoleta nos morderá el rabo".
La felicidad se mezcla con un bocadillo de salchichón y plátano. La sorpresa te asalta en forma de Kaikú violeta. Y el aguamarina es perfecto para un dormitorio.
Debemos dormir el sueño de los justos.
Hasta pronto
<-------------------------------------------------------->
JOHNNY INGLE o el hombre que me matará a sustos:
Sr. Ingle;
El verano es una hermosa estación para muchas cosas, pero para el suicidio, no. Le prohíbo terminantemente que acabe con su vida y de soslayo con la mía. Ahora no, aún no…
Le invito a sumergirse conmigo en un placentero pantano de soplapolleces y seriedades, según el día y según apetencias. No se abandone ahora. Pese a que se vea en el túnel, fíjese en esa imagen que le susurra Vuelveeeee, todavía no es tu horaaaaaaaaaaaaaa.
Ikea no sólo nos merece, sino que le sobramos, oiga. Es más, Ikea sin nosotros no es nada.
Las súplicas para comprar cualquier cosa son debidas a que algunas dependientas son extremadamente bordes. Las colas se deben a la falta de tiempo que nos impone el ritmo de vida actual, que nos obliga a aglomerarnos a determinadas horas para obtener los productos de primera necesidad (como un bote de pintura color Nepal). Volver al día siguiente es fruto de haberse descuidado la lista de la compra en casa, y al llegar, comprobar que hemos olvidado algo de fundamental importancia como por ejemplo el vinagre de módena.
La vida blogueril le necesita. Yo le necesito. Y a los Ultras que les den por culo.
A mí nadie puede morderme el rabo porque no tengo, y lo expresé claramente en un post anterior. Si quiere, ya reparto yo por Usted un par de bofetones a ésa tal Pañoleta para que no le muerda a no ser que Usted así lo desee.
La felicidad de toda la vida se ha mezclado con bebidas alcohólicas, aunque si es menester, me haré un bocadillo de salchichón y plátano siguiendo su consejo.
El Kaikú violeta es tan tan tan sorprendente, que hasta me preparó un pastel para mi cumpleaños. Y el aguamarina es perfecto para un dormitorio, como lo es un espejo en el techo.
Sé que no soy justa, así que no habrá manera de dormir. Como tampoco lo es Usted sometiéndome a esta tortura, por lo tanto, tampoco dormirá.
Ni hasta pronto ni jostias. Usted a mí no me abandona de esta forma tan vil.